miércoles, 17 de junio de 2015

Testimonio de Caridad de Panamá

Buenas tardes: 

Quiero contar un poco de mi historia, hace más de 20 años que fui diagnosticada con fibromialgia, después de descartar a través de una Resonancia Magnética, que no fuera un problema en el sistema oseo, ni se trataba de hernia ni otras cosas. Con terapia y un tratamiento mejoré bastante, pero en ese lapso me diagnosticaron otras cosas como Síndrome de ATM y problemas a nivel maxilofacial.

En cada crisis que tenía, me realizaban endodoncias y resultó que en realidad sólo necesitaba una, ya que el malestar era producto de la fibromialgia, por ello cada vez que me realizaban una endodoncia, a los días el dolor volvía y entonces decían que se necesitaba otra, y al final me realizaron 5 endodoncias.

He tenido problemas de colon irritable, con severo estreñimiento, él cual ocasionó que se hicieran fisuras anales y hemorroides, por las cuales me han tenido que intervenir dos veces.

En el 2012 caí en una profunda y larga crisis, ya no era solo el malestar del dolor, en esta ocasión el dolor se agudizó y cada vez se me dificultaba moverme por mi misma, se agregó un malestar más en la cabeza; una sensación de tener el cerebro inflamado, el corazón latiendo a mil por segundo y como si todos los días creciera un poquito más, realmente en esta ocasión sentí que era el final, aún cuando sabía que por fibromialgia no había victimas fatales. Visité muchos médicos y fui sometida a muchos tratamientos y exámenes sin lograr mejorarme, a finales del año me recomendaron a un médico de medicina interna y con todos los exámenes que me habían hecho, algunos fueron enviados a USA porque aquí en Panamá no se hacían, me presenté donde este doctor que me recomendó un tratamiento con medicina natural (DHEA; MELATONINA, BIO-CURCUMIN, OMEGA 3) y una dieta rica en Omega 3 y 6; eliminando los carbohidratos y almidones fui mejorando. Está crisis dejó marcada su presencia en músculos inflamados en todo el cuerpo que no han bajado más, aún cuando la crisis ha pasado.

Fue muy duro, pero conté con el apoyo de mi familia, debo decir que soy una mujer fuerte y llena de FE, que cada día me levanto y tengo que tomarme mis minutos para que el cuerpo empiece moverse, le doy gracias a Dios por su regalo. Pasé 15 años en casa con mis dos hijos haciendo todas las tareas de un hogar, hoy tengo cuatro años de haber entrado al mercado laboral y ahora soy una profesional con más de 10 horas de trabajo diario y luego regreso al hogar a ser madre, esposa e hija. Sólo ha sido posible con la ayuda divina, hasta yo me sorprendo.

Agradezco a Dios por haberme permitido encontrar este grupo, donde todos hablamos el mismo idioma y sentimos igual. En Panamá se está empezando a formar un grupo y espero que se pueda ayudar a mucha gente que se siente sola ante este enfermedad invisible pero tan dolorosa.

Caridad de Chen
Panamá

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